Nepal

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Historia y clima

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Historia

La historia de Nepal empezó, y sigue centrándose, en el valle de Katmandú. A lo largo de los siglos, las fronteras nepalíes han llegado a abarcar grandes extensiones de la vecina India, o se han reducido a poco más que el valle de Katmandú y un puñado de ciudades-Estado cercanas, pero el valle fue siempre el centro del poder político y la sofisticación cultural. Pese a sus antiguas raíces, el Estado moderno no emergió hasta el s. XVIII y, en muchos sentidos, todavía se está forjando.

Encajado entre la meseta tibetana y las llanuras del subcontinente –los actuales gigantes de China y la India–, Nepal ha prosperado aprovechando su situación como lugar de reposo para comerciantes, viajeros y peregrinos. Es un crisol de etnias que ha servido de puente y ha absorbido elementos de sus vecinos, pero sin perder su idiosincrasia. Después de viajar por la India y Nepal, muchos viajeros distinguen los parecidos y las diferencias.

Cuándo ir y clima

En términos generales, el clima de Nepal consta de dos estaciones: la temporada seca va de octubre a mayo, y la de lluvias (el monzón), de junio a septiembre. El otoño (de septiembre a noviembre) y la primavera (de marzo a mayo) ofrecen temperaturas cálidas durante el día, cielos despejados para disfrutar de las vistas en la montaña y un tiempo perfecto para practicar senderismo, rafting o, simplemente, vagar por el valle de Katmandú.

La temporada alta turística va de octubre a noviembre, cuando el paisaje es verde y exuberante por las recientes lluvias monzónicas, el aire está fresco y limpio, y las vistas del Himalaya son nítidas. Sin embargo, la competencia para conseguir asientos en los vuelos nacionales e internacionales puede ser feroz, y los lodges y hoteles se llenan con rapidez –lo que resulta muy frustrante si se ha dejado la maleta en uno mientras se hacía senderismo–. Se recomienda reservar con antelación en esta época del año. Además, se deben considerar los trastornos ocasionados por la fiesta anual del Dasain, en octubre.

A principios de diciembre, el invierno asoma y la mayoría de los senderistas se retiran de las rutas de gran altitud. Visitar el campamento base del Everest durante estas fechas puede suponer una verdadera proeza de resistencia, y el circuito del Annapurna suele estar cerrado por la nieve del Thorung La. En el valle de Katmandú hace frío por la noche y la neblina matutina puede trastocar los horarios de los vuelos. Los turistas empiezan a abandonar Katmandú en diciembre, como bandadas de aves migratorias, y buscan los climas más cálidos de la India y Tailandia. Aún así, es un gran momento para disfrutar sin multitudes de los parques nacionales del Terai.

Los meses de marzo a mayo –primavera–, son la segunda opción para el viaje. El tiempo es más cálido, los rododendros están en plena floración y las excursiones no son tan concurridas como en otoño, si bien es más probable que las vistas queden ocultas tras las nubes.

Mayo y principios de junio no son una buena época para visitar Nepal. Los valles del Terai y Katmandú se vuelven tan calurosos y húmedos como una sauna, con temperaturas que suelen superar los30ºC, y la inminente llegada del monzón parece cernirse sobre el país como una amenaza. Debido a su baja altitud, Pokhara es más cálida y agradable que Katmandú durante el invierno, pero más calurosa antes del monzón y más húmeda cuando llueve.

Las lluvias monzónicas azotan Nepal de mediados de junio a septiembre, expulsando a todos los turistas salvo los más entregados. Navegar por los ríos es muy peligroso, los senderos que discurren por las estribaciones se convierten en lodazales, las inundaciones y los desprendimientos bloquean las carreteras, los parques nacionales están cerrados, las montañas desaparecen tras las nubes y abundan las sanguijuelas. Si lo que se busca son paisajes montañosos, se aconseja viajar al Tíbet o a Ladakh, en la India. Por otro lado, hay pocos turistas que turben la paz y tranquilidad, y vistosas fiestas proliferan en agosto y septiembre.